El libro comienza con una escena que ya revela bastante de lo que va a narrarnos. Unos orgullosos abuelos que contemplan el enlace de sus nietos viendo en ellos una felicidad que a ellos les fue negada y un gesto que deja al descubierto unos número grabados en la muñeca, hacen que arranque una historia que podría ser producto de la imaginación y sin embargo es tristemente real.
Bien narrada, pronto nos introduce en la atmósfera de injusticia que sufrieron los judíos en centro Europa, en este caso en Praga, contrastando la belleza de una ciudad imperial con la masacre de unos ciudadanos que no alcanzaron a comprender lo que el destino le tenía reservado.
Emotiva y siempre con una óptica de esperanza, los protagonistas al final de sus vidas tienen un reencuentro que supone un broche perfecto para la tragedia de sus vidas.
Leído en julio de 2017
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